Cuando pienso en mí versión de 6 años, me veo una nena introvertida, tranquila, dulce y que conectaba con el arte de una manera especial. Amaba los álbumes de Barbie con todos esos brillos y cómo combinaba la figurita en la página, coleccionaba papeles, me quedaba horas mirando el mural de tarjetas (esas que comprabas para regalar) en las librerías, dibujaba mucho y escribía.
Siempre hubo una fascinación hacia lo gráfico, hacia los colores, hacia las cosas lindas de ver. También hubo muchas horas de escribir, tenías diarios, relataba todo lo que pasaba en mi vida, escribía historias que imaginaba…
Fue cuestión de sumar uno más uno, de saber que quería seguir estudiando y de que se cruzara una persona que me hizo conocer esta carrera, lo que me llevó a