Soy Noe
Después de muchos años trabajando como freelance, logré construir una vida laboral que refleja perfectamente mi estilo de vida: viajando, disfrutando de cada momento y tomando el tiempo necesario para cuidar de mi bienestar. Para mí, es fundamental seleccionar cuidadosamente a las personas con las que trabajo y construir vínculos que sean recíprocos.
Me defino como diseñadora pero no me limito a lo tradicional; prefiero pensar que brindo magia en cada proyecto. Estoy convencida de que con mi trabajo puedo interpretar y transmitir los mensajes que las marcas anhelan compartir con el mundo. Jugar con formas y colores es mi forma de canalizar, siempre buscando caminos que no solo sean creativos sino que también tengan un profundo significado.
Vivo en Argentina
Soy escorpiana ♥
Coleccionista de cielos
Elijo diseñar para marcas sensibles...
… porque quiero estar involucrada en todas las cosas que diseño y para involucrarme, necesito creer en lo que cada marca transmite. Me gustan los valores humanos, cuando se trabaja por amor y con pasión, creyendo en lo que se ofrece.
… porque me gustan los mensajes que conmueven, que interpelan y contagian sentimientos.
… porque soy una persona sensible, y eso me convierte en una diseñadora con una mirada amable frente a las cosas. Me gusta relacionarme con personas que quieran generar ambientes amigables, serenos y empáticos para trabajar.
Vivir en calma
Me gusta vivir con calma. Mi vida tiene un ritmo tranquilo y ordenado, con tiempo para mí y para el silencio. Trato de que mis decisiones estén alineadas con el amor por la naturaleza y la necesidad de cuidarla.
Donde empiezo a crear
Cuando me siento a trabajar, hay dos cosas que no pueden faltar: mi mate y algo de ruido. El mate, amargo. El ruido, puede ser una playlist o una serie sonando en la notebook más viejita que tengo. Esa combinación me pone en ritmo, me concentra y me da foco.
Lo que me mueve
Suena obvio, pero para mí viajar es mucho más que moverse de lugar. Es el estado en el que me siento más viva y creativa, me transforma. Es el estado en el que me siento más viva y creativa. Cada viaje me enseña a mirar distinto, a adaptarme, a reinventarme.
Diseñar también es ritmo
Trabajo mejor por las mañanas, cuando la cabeza está fresca. Después del almuerzo dejo lugar para tareas más livianas o reuniones, y a la tarde entreno. Encontrar mi propio ritmo me permite diseñar sin forzar nada, fluyendo con la energía del día.
La curiosidad como guía
“Dejarme maravillar por la vida” es mi mantra. Esa curiosidad es la misma que llevo a cada proyecto: observar, preguntar, conectar puntos, encontrar belleza donde otros ven rutina. Es lo que mantiene vivo mi proceso creativo.